Localidad: Hacinas
El castillo de Hacinas levantado, al parecer, entre el final del siglo IX y el X, como otros similares en la comarca del Arlanza -Lara, Castrovido, Castrillo, Palacios, Pinilla- para proteger la zona de las incursiones de los moros toledanos que llegaban al Arlanza desde Atienza y Medinaceli. También debió tener relevancia en el siglo XI, en las guerras entre Castilla y Navarra.
Está asentado sobre un peñasco natural de roca arenisca y sus muros, de los que sólo se conservan unos metros en su cara sur, tienen un espesor de metro y medio. Tiene un perímetro de 200 metros, encuadrando una superficie cuyos ejes son de 75 x l5 metros. Se percibe claramente dónde se asentaba el muro externo, el acceso al interior, por dónde discurrían los vertidos de aguas sucias.
En el suelo se conservan
varias tumbas antropomorfas y en su centro hay un pozo aljibe, del que
hay actualmente descubiertos 17 metros.
Hasta mediados del siglo
XVIII debió estar habitado, fue la residencia del Alcaide,
representante del Conde de Monterrey, señor de Hacinas.
En 1922, el alcalde Toribio Lucas autorizó al general inspector de la Guardia Civil D. Leopoldo Centeno iniciar unos trabajos arqueológicos. Se excavaron hasta 39 metros, pero sólo se halló una caldera de cobre y una espada de uso en el castillo. Hoy, un bello brocal de piedra y forja, donde figura como remate una veleta con el escudo del pueblo, lo adorna.